jueves, 18 de noviembre de 2010

No es la primera vez que llego a esta conclusión, otra vez vuelvo a ser consciente por inconstante de que he perdido la razón, más de lo que quisiera quizás.
Efectivamente soy capaz de complicarme la vida yo solita, no me hace falta la ayuda de nadie.
Pero... ¿qué sería la vida si no enloqueciésemos de vez en cuando?, ahora es uno de esos momentos, cuando todo parece que está bien, pero algo poco a poco está estallando en tu interior, es la prueba del cambio.
Entonces me paro, pienso y recuerdo acompañada.

La nitidez del sol, el frío en el olor, atardeceres tempranos, pérdida de horas sin sentido, no saber(te), tus ojos, la calidez, el café, sonreir(te), soñar(te), tu pelo.

Si, va siendo la hora de ser valiente,
de nuevo hay que empezar a vivir(me).